Casi todas las enfermedades de la piel se generan o agravan con el estrés porque estar bajo presión modifica las respuestas
inmunológicas del organismo.
El estrés es una respuesta natural
del cuerpo a las situaciones que lo amenazan y que repercute en la estabilidad emocional y física, es una forma de mantener
alerta al organismo.
Aunque el estrés tiene una función
positiva en el ser humano, que es la de crear un estado de atención y pronta respuesta a la adversidad, experimentarlo en
forma sostenida e intensa puede afectar nuestras capacidades físicas y emocionales. Por ello, es necesario aprender a encauzarlo
y a sacarle el mejor partido.
Ante una situación de estrés prolongada,
la respuesta del organismo se da a través del cansancio, la fatiga o un aspecto enfermizo. La piel reacciona ante ese estado
mostrándose sin color, con signos de cansancio y envejeciendo prematuro.
Nuestra piel experimenta el estrés
de dos formas distintas: desde dentro del organismo debido a enfermedades, una nutrición inadecuada, tensiones provocadas
por el trabajo o la familia; y exteriormente, debido a la contaminación del ambiente, el ruido o por trabajar mucho tiempo
en sitios cerrados.
Podemos sufrir estrés sin darnos
cuenta, ya que éste se manifiesta de muy diversas maneras, como la falta de apetito, dificultades para dormir, entumecimiento
de los músculos, falta de apetito sexual o incluso cambios bruscos de humor. Pero los síntomas cambian según el tipo de piel.
El estrés se manifiesta sobre todo en la descamación, escozor y picazón de la piel, para este tipo de problema es recomendable
aplicar cremas calmantes para pieles sensibles. Cuando la piel se presenta “apagada” y con un tono que nos da
una apariencia enfermiza, puede deberse a la contaminación o la falta de hidratación. Hay que aplicar cremas reconstituyentes
de día y noche...
De acuerdo a la revista profesional de estética "Les Nouvelles Esthetiques" los 10 mayores
efectos del estrés en tu piel son: Acne, eczema, soriasis, picazón en la piel, caída del pelo, sudor excesivo, rosácea, caspa,
herpes oral y urticaria. Además el estrés contribuye a que la piel pierda su luminosidad y se vea sin vida.
El estrés
también causa otras condiciones que afectan la piel como la falta de sueño, sobre-comer, fumar, beber y otros.
El estrés produce desbalances hormonales.
Cuando algo nos produce estrés el cuerpo reacciona produciendo hormonas con diferentes objetivos, entre estas hormonas están:
el cortisol y la adrenalina. El exceso de estas hormonas produce imbalance en los estrógenos y testosterona en el cuerpo y
estas hormonas afectan la piel directamente.
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La piel como órgano de somatización |
La mayoría de los conflictos y cambios
vitales, como es, por ejemplo, el padecer una afección de la piel, implican estrés y la posibilidad de enfermar a nivel psiquis
(mente) y cuerpo (soma), que hoy se aceptan como interconectadas.
Piel y sistema nervioso tienen un
origen común en el embrión que es el ectodermo y ese “partir juntos” queda para siempre impreso en la memoria
biológica.
La piel, verdadero órgano de expresión,es
a la vez el más extenso de nuestros órganos, con su propia estructura y funciones exclusivas, con una rica vascularización
e inervación, alojándose en ella el sentido del tacto.
La barrera epidérmica permite la
homeostasis del medio interno con el mundo externo contactante y su denominación de “envoltorio relacional” del
ser humano, represándosela como parte constitutiva del yo. Leriche definió la salud como “el silencio de los órganos”,
concepto clarificador para la piel, donde la notoriedad de la enfermedad mostraría la negación de ese silencio.
Los acontecimientos cotidianos y
las reacciones psicosociales, podrían considerarse sólo desencadenantes de procesos para los cuales existe determinada predisposición.
Inicialmente tienes que controlar las erupciones con medicamentos tópicos o cremas cosméticas.
Pero hay que eliminar la causa o una de las causas del problema: el estrés.
El estrés no puede eliminarse pero puede
controlarse. Un poco de estrés es normal y positivo lo dañino es pasarse la vida estresado.
Ejercicio. Hay muchos
estudios que demuestran que el ejercicio ayuda a controlar el estrés. Especialmente recomendados para controlar el estrés
son ejercicios como yoga y artes marciales.
Técnicas alternas. Como masajes, aromaterapia, baños de inmersión, acupuntura,
té de hierbas, meditación y otras similares. Todos contribuyen a disminuir el estrés.
Actitud. Lo que no esta bajo
tu control son las circunstancias pero la forma en la cual tu reacciones es totalmente tu decisión.
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