Un sujeto en crisis es alguien con sus
energías en estado inarmónico. La calidad de la energía de alguien refleja no solo su estado de salud, sino su estado en el
mundo; refleja su estado psicofísico. Definirá la calidad de sus sueños y esperanzas los que, a su vez, definirán sus pasos
y sus evitaciones. En medio de una crisis el sujeto piensa y se comporta de un modo que no es el habitual. Sus esfuerzos y
su sufrimiento reflejan, por lo general, la necesidad de un cambio. Pero a la
luz de sus errores, debe admitir que los cambios que ha implementado no fueron los correctos. Todo momento de crisis indica
el final de una etapa y el comienzo de otra. Por lo tanto, el momento de crisis
merece ser aprovechado para aprender. Las Flores de Bach son elementos potenciadores de la mente y armonizadores de las mareas
emocionales y como tales, se constituyen en recursos impostergables a la hora de aclarar la mente para aprovechar los aprendizajes
que las crisis traen consigo.
Según la perspectiva que se adopte, una
experiencia de crisis puede generar una caída energética tan súbita como su contraparte, una suba tan radiante como poco calculada. Esto explica que tanto los fracasos como los éxitos sean igualmente difíciles de sobrellevar. Asimismo, los momentos de crisis pueden desencadenarse tanto a partir de una deficiencia
energética (depresión) como de una suba imposible de sostener (euforia). En cualquier caso, un desequilibrio energético hace
que nada parezca razonable. Cuando la crisis acusa una falta de energía, el hombre
ve debilitadas todas sus capacidades y sufre a causa de la falta de fe. Cuando
refleja energía contenida en exceso, el hombre no puede actuar en medio de su propio desborde.
No solamente un estado negativo generalizado nos afecta negativamente y entorpece nuestro paso por el mundo, sino que
es capaz de limitar hasta el sentido mismo de lo que es posible o de lo que merecemos.
En esos momentos en que todo parece imposible,
cuando ningún pensamiento resulta satisfactorio o viable , vale la pena considerar que esta misma “actitud barrera”
tan propia de los momentos de crisis, es el primer escollo que se debe tratar de vencer; y evitar en lo posible, esas estériles batallas contra cualquier razonamiento obtuso que justamente de esta actitud se desprende.
Ante una suba inmanejable, un tratamiento adecuado con Flores de Bach es una idea
acertada para re-instalar la armonía por dentro --y primero que nada-- a fin
de conseguir que la persona en crisis logre de nuevo interactuar en el afuera en un estado completamente articulado entre
sus creencias, ambiciones y emociones.
La crisis es una gran maestra si se le da la oportunidad.
Ella contiene suficiente información para traer mejoras en múltiples direcciones. El sujeto en su búsqueda, encontrará las
razones, las personas, los momentos para modificar lo que está mal y desterrar de una vez y para siempre todo aquello que
no sirve a su presente circunstancia. Tal desafío puede resultar atemorizante, es por eso que, paradójicamente, en medio de
una crisis suelen sofocarse o subestimarse justamente esas ideas y percepciones que podrían ser las salvadoras. Aquí nuevamente,
un trabajo acertado con energías florales marca un antes y un después de la crisis.
Un trabajo concienzudo de energías consigue que los pensamientos positivos arriben e inicien su labor, convierte al
sujeto en alguien más lúcido y activo capaz de regular el ingreso de pensamientos "chatarra", y abrir las puertas de su percepción
a esas ideas y percepciones brillantes que lo visitan sugiriéndole dónde encontrar lo que busca y necesita, sea esto armonía,
alegría, amor, optimismo y bienestar general.
De manera pues que la respuesta al interrogante
es que con las Flores de Bach conseguirá nivelar y armonizar sus energías en medio de la crisis. Distinguimos dos planos básicos
donde llevar a cabo acciones definitorias (no definitivas): el plano interior y el plano exterior. Las acciones en el plano
interior están orientadas a traer mejoras en marea energética interna, en el plano del pensamiento y en el de la emoción.
Las acciones del plano exterior son un subproducto de las anteriores.
La energía floral de la que nos valemos
para llevar a cabo nuestro trabajo es el combustible para que pueda llevarse a buen término todo proceso de creación y puesta
en marcha. Nuestra propuestas para salir de la crisis generan energía productiva
en la combinación de inteligencias energéticas contenidas en las esencias junto con inteligencias específicas alojadas en
la mente y que solo necesitan activarse. Esta combinación, este "feliz enlace" al parecer, eleva la propia vibración y el sujeto en crisis consigue por fin alinearse. Queda en armonía con lo que
quiere atraer. Sin la cuota de energía indispensable, raramente tendrá su visión el poder necesario para manifestarse.
El impulso que ofrece un trabajo deliberado
de esencias florales, hace que esas ideas y percepciones puedan salir a la luz y permite reconquistar---a veces con inusitada
y furiosa determinación--- esos beneficios perseguidos y esos estados del ser magníficos y tan merecidos.
A menudo la crisis ilustra ese conflicto
de fuerzas interiores: las que quieren ingresar en una nueva vida y las que todavía no se animan. Surge el temor o cierta
amenaza de quiebre. Suele aparecer también esa ilusoria postura según la cual "algo hay que perder para ganar" , que
"algo habrá que sacrificar si se quiere avanzar". Estas son creencias altamente y provienen de actitudes limitantes en esencia.
Nada de esto aparece cuando uno humildemente recurre a la ayuda de esos elementos que contienen inteligencia capaz de ayudar
a abrir conciencias.
Un trabajo con Flores de Bach hecho
con responsabilidad y compromiso se apoya siempre sobre los puntos de encuentro de todos los aspectos de la personalidad sin
descuidar ninguno ni caer en el menosprecio de ninguno. Es por ello que un trabajo con Flores de Bach en medio de la crisis
arriba siempre al acuerdo interior, a un estado de magnífica claridad y satisfacción.
Cuando gracias a estas energías finamente
impulsadas, entra la luz en la conciencia, las zonas oscuras de la personalidad se hacen visibles. Todo se hace más
claro con mayor gracia y sin esfuerzo.
¿Qué son las Flores de Bach?
Taller Flores de Bach "Autodiagnóstico Emocional"
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