La salud no es sólo un fenómeno físico. Ésta es sólo una de
sus dimensiones, de hecho una de sus dimensiones más superficiales porque básicamente, el cuerpo va a morir, sano o no; es
temporal
La verdadera
salud ha de manifestarse en tu interior, en tu subjetividad, en tu consciencia, porque la consciencia no conoce el nacimiento
ni la muerte. Es eterna.
Ser sano en consciencia significa:
Primero, estar despierto; segundo, estar en armonía; tercero ser extático; y cuarto ser compasivo. Si se cumplen estas cuatro
cualidades, uno está internamente sano. Y sannyas puede satisfacer estas cuatro condiciones. Puede hacerte más atento, porque
todas las técnicas de meditación son métodos para volverte más alerta, fórmulas para sacarte de tu sueño metafísico. Y bailar,
cantar, disfrutar, te puede hacer más armónico.
Hay un momento en el que el bailarín desaparece y sólo la danza permanece.
En este raro espacio uno se siente en armonía. Cuando el cantante se olvida completamente de sí y sólo queda la canción, cuando
no existe ningún centro y solo la canción permanece, cuando no hay ningún centro funcionando como un "Yo"— el "Yo" está
absolutamente ausente — y tú estás simplemente fluyendo, este fluir consciente es armonioso.
Estar despierto
y en armonía crea la posibilidad de que el éxtasis ocurra. Éxtasis quiere decir, gozo supremo, inexpresable; no existen palabras
adecuadas para decir algo de él.
Y, cuando
has alcanzado el éxtasis, cuando has conocido la cima última del gozo, la compasión viene como consecuencia.
Cuando disfrutas de ese gozo, quieres compartirlo, no puedes evitar el compartirlo, compartirlo
es inevitable. Es una consecuencia lógica de poseerlo. Te empieza a desbordar; no necesitas hacer nada. Empieza a ocurrir
por sí solo.
Estos son los cuatro pilares de la salud interior. Obtenlos. Es tu derecho de nacimiento, sólo necesitas
reclamarlos.
OSHO
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